miércoles, 11 de enero de 2017

POEMA XX- SUEÑOS FUGACES. AKASHA VALENTINE.

Ary Scheffer. Fotografía: Wikipedia

POEMA XX – SUEÑOS FUGACES. AKASHA VALENTINE.

Despiértame despacio, muy despacio, e ilumina mi alma con el brillo de tus ojos, sosteniendo tu mirada contra mi mirada, mientras esperamos que las palabras no irrumpan nuestras bocas, pues para decir algo inoportuno prefiero que no digan nada. Y quédate junto a mí, apoyando el peso de tu cuerpo sobre mi cuerpo, pues hay tanto que recordar que ya empiezo a extrañar los recuerdos que por descuido de mi memoria ya he empezado a olvidar. Ven y toma mi mano, sostén mi dedos entre tus dedos, toquémonos a la vez que sujetamos nuestras manos como solíamos hacerlo en el paso, pues este gesto presente lo quiero poder seguir evocando mañana, pasado y al siguiente.
Ven y quédate, aunque sólo sea un poco más de tiempo; estira tu brazo para que mi mano te pueda alcanzar y regálame de nuevo una emoción que me sea imposible de olvidar, una sensación a que nunca pueda llegar a definir con ninguna clase se expresión, una ternura que sólo cobre sentido si tú estás junto a mí para darle ese significado. Más yo quisiera ahora mismo pedirte un nuevo favor, y es que deseo poder oírte hablar, aunque ya sé que estas cansada, pero de verdad deseo poder oírte decir lo que por aquel entonces ya callabas, pues ahora que nadie más está para poder oírte quiero que sepas que voy a guardar con más cariño, esfuerzo y ahínco cada palabra que susurres en mi presencia, como el mismo aire guarda un secreto para que nadie más lo pueda llegar a oír. Vuélvete a acostar, aún es temprano, hoy dejemos que el tiempo espere por nosotros lo que nosotros solemos esperar por él, así que vuelve a apoyar tu cabeza sobre mi pecho y vuélvete a dormir, que yo estaré aquí para vigilar tus sueños mientras sucumbo al deseo de tocarte libremente imaginando que aún eres real y no un sueño fugaz que tarde o temprano se desvanecerá. ¿Lo ves? Las horas ya empiezan a correr, enemigo es mi tiempo, que tan veloz parte cuando estoy contigo y tan lento corre cuando no te tengo. Y ahora que por fin he logrado alcanzarte los segundos parten y los minutos desaparecen, las nubes se mueven y los colores claros ya se ausentan; es hora de darle paso a la noche, es el momento de volver a dormir, aunque el cansancio no me abruma sí me apremia, e insiste en que debo irme a dormir, y aunque yo no quiero hacerlo los párpados ya se me caen, al igual que lo hacen las lágrimas que de pena por ti he empezado a verter, pues ya te siento lejana, distante y apartada, pues mis labios ya empiezan a sentir lo separados que estamos, pues la muerte que tan de cerca ya nos toca ha insistido en que debemos despedirnos y partir. Vida mía, dejemos por un momento de soñar, extingamos la llama de nuestro deseo antes de que la muerte se nos lleve al llegar el alba y nos obligue a estar separados de manera eterna.

-FIN-



NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2017 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.

jueves, 18 de junio de 2015

POEMA XIX- BESOS QUE AL OLVIDO NO DARÉ. AKASHA VALENTINE.

Theodore Gericault. Fotografía: Wikipedia

POEMA XVIII – BESOS QUE AL OLVIDO NO DARÉ AKASHA VALENTINE.

Recuerda para no olvidar, que el beso que aquel día nos dimos hoy ya forma parte del ayer, por eso yo quisiera que no te olvidaras de recordarme cada día de cada mañana la forma en la que tus labios y los míos se alinean para tocarse y hacerme estremecer cuando exhalas tu aliento y tu boca me toca y se pega a la mía, y de ahí en adelante nuestras lenguas se rozan acompasadas por la pasión que sin razón nace y nos pone los pensamientos y a las emociones del revés. Porque aunque sé que no lo diré, o al menos no me atreveré, ya estoy empezando a anhelar la línea que dibujan tus brazos en torno a tus músculos, y surcando con la timidez de la inocencia la desnuda piel que separa tu camiseta de tu brazo, deslizó las puntas de mis dedos sin decirte lo que estoy dispuesta a hacer hoy por ti.

E insegura me muevo, contoneando levemente mis caderas sin que puedas llegar a notarlo, susurrando a mi cabeza pensamientos en los que evoco la tranquilidad de saber que cuando me veo reflejada en tus ojos todo te lo puedo dar sin miedo a salir dañada. Son ahora los segundos en los que no dices nada los que danzan y bailan entre el silencio de nuestros cuerpos, y sintiéndome cómoda entre ellos te sigo mirando aunque tú a veces te obligues a desviar la mirada. No quisiera yo dejar de contemplarte, y aunque me das la espalda sé que volverás a mirarme de nuevo para complacerme cuando llegue el momento de sorprenderme.

Alzas tu mano, y sin tocarme siento que ya estoy siendo atraída por tus palmas; tus dedos caen sobre mi nuca y tus yemas me sostienen, y de nuevo nace en mí la sensación de que he de cobijar a buen recaudo estos besos que al olvido no quisiera yo entregar. Daré un segundo, o quizás más de dos, a la hermosa sensación que deja tras de sí un parpadeo cuando tu mejilla queda apoyada sobre mi cara y juntos, sin decirnos nada, danzamos, sí, sobre un mismo punto hasta que nos olvidamos de que no oímos nada excepto la cadencia con la que nuestros propios corazones laten al unísono para seguir marcando el ritmo al que debemos movernos.

No olvides que las promesas no se sostienen si las personas no se esfuerzan por hacerlas realidad. Así que aquí y ahora dime lo que quieras decirme, porque si lo dejamos pasar, para mañana ya será tarde, y dejaremos de darle la misma importancia que hoy tiene. Así que dime: ¿hasta dónde serías capaz de llegar por mí? Porque yo ya sé hasta donde llegaría por ti, y con este gesto que tiene la fuerza mil emociones contenidas a la vez te doy este último beso en el que exhalo mi aliento para morir aparentemente entre tus brazos, ahora que sé que la vida sin ti no tendría ni valor ni sentido.


-FIN-


NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2015 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.

miércoles, 8 de abril de 2015

POEMA XVIII- AMOR. AKASHA VALENTINE

Gustav Klimt. Fotografía: Wikipedia.  

POEMA XVIII- AMOR. AKASHA VALENTINE

Debí decir en aquel entonces lo que ahora sé que no debí guardar en mi corazón mientras nuestros humedecidos labios aún se tocaban y tu lengua y la mía permanecían unidas y a su vez enredadas en un beso al que no habría ofrecido ni un sólo segundo para tomarse un respiro. De haber intuido que en el mismo instante en el que tu boca dejase de tocar a la mía todo llegaría a un punto y final me habría negado a dejarte ir, a pesar de lo que dijeses o hicieses por escapar de mi mano enredada a tu muñeca y mi brazo a tu cintura, no te habría permitido dejarte marchar. No sin antes decirte que este sueño al que con tanto anhelo me aferro no deseo que llegue a su final, que aunque a ojos de quien nos mire esta relación parezca un idilio efímero yo te juro, mi amor, que lo haría por ti eterno, y los momentos fugaces los atesoraría como imperecederos, expuestos en diminutas botellas de cristal que colgaría de tu cuello a modo de collar. Mientras nuestros labios aún se tocasen bajo un sol de verano o una nieve de invierno yo podría seguir creyendo que cuando te enamoras de la persona adecuada nada más importa, porque lo que verdaderamente merece la pena lo tienes delante de tus ojos, y es ahí donde yo te quiero encontrar. Dime amor, si ese hombre al que dices pertenecer te ama como yo te amo. Si es así entonces yo me rendiré, si de verdad te quiere como mereces ser amada desistiré y abandonaré esta batalla ya perdida, pero si él duda, aunque sólo sea durante una milésima de segundo, entonces no tendré la menor duda de que no te quiere a su lado y por el contrario mía has de ser. No quisiera que nadie me arrebatase mi tiempo junto a ti, porque temo que si dejo de contemplarte te habrás de ir.


Olvida y descuida, que yo olvidaré, las palabras que preceden al adiós. Aún te sigo sosteniendo entre mis brazos, y es aquí donde las horas han de dejar de ser contadas. Haría lo que fuera necesario por ayudarte a olvidar que tienes una obligación con ese hombre de cuyo nombre ya ni me acuerdo y cuyo rostro jamás querré contemplar. No me dejes con las palabras aún en la boca y eches a correr con tus pies alzados en tus zapatos de tacón, recuerda que la cama que compartimos aún tiene el suave aroma de tu perfume adherido a las sábanas y la añoranza de nuestro calor corporal. Hablas y callas, la confusión llena tu boca de palabras, que hará callar con besos que inundarán tu garganta. No más lágrimas, amor, el tiempo es breve, demasiado corto y limitado para seguir creyendo que una vida basta para dar lo mejor de nosotros mismos en esta lacónica relación.



NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2015 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.  

jueves, 2 de abril de 2015

POEMA XVII- LO SÉ DE AKASHA VALENTINE.

Élisabeth Louise Vigée Le Brun. Fotografía: Wikipedia.  

POEMA XVII – LO SÉ. AKASHA VALENTINE.


Di algo, aunque creas que no tienes nada que decir, habla por los dos y rellena este espacio vacío donde ahora el silencio lo llena todo; quiero poder oírte sólo a ti para así prestar atención y escuchar tus palabras como merecen ser oídas. Pero si dudas, o crees que no tienes nada que contarme, dejaré a un lado todas las emociones que sentí por ti y las olvidaré, por supuesto que lo haré, en viejos cajones donde el tiempo las convertirá en objetos inservibles de los que tarde o temprano querrás deshacerte. No quiero ser la primera en decirte lo que para ambos ya es demasiado obvio, nos estamos perdiendo el uno al otro, lo sé, y quizás porque soy consciente de que lo sabes, quiero que hagas algo para remediarlo. El silencio que guardas no nos ayuda, y mis lágrimas empeoran la situación, así que dime tú: ¿qué podemos hacer? Todo cuanto hemos intentando sólo ha servido para alcanzar el fracaso. No quisiera tener que admitir esta amarga derrota, pero mi lengua ya está seca y mis músculos derrotados; quiero oírte pero no dices nada para que me sienta mejor, tal vez sea el momento de cerrar esta etapa de mi vida para siempre y dejar sanar de una vez por todas las nuevas heridas que han dañado mi corazón y que con el tiempo cicatrizarán y no volverán a dolerme nunca más.


Te deseo lo mejor, ojalá no tuviese que ser así, pero ya tengo las maletas llenas, el corazón roto, y mis muñecas ya no están sujetas a los grilletes del ayer, así que ha llegado el momento de besar por última vez tus cálidas mejillas, torpemente pero de manera amable, para que no olvides el temblor de mis labios, la forma en la que mi aroma logró pegarse a tu piel y que en un breve instante desaparecerá como si nunca antes hubiese estado junto a ti para endulzar tu alma. Sé feliz, quiero oírte decir, pero por favor, no te quedes ahí callado, con la mirada perdida y la vista puesta en el horizonte, con tu copa de vino en la mano, con el sabor de otros labios en tu boca. Aunque quisiera que supieras que te sigo queriendo a pesar de tus errores no te molestas en dirigirme la mirada, y así lo único que logras es que yo me quede helada, con las manos agotadas por zarandearte entre mis brazos para explicarte que si me voy ya no volveré para estar junto a ti nunca más, que te estoy abandonando porque ya no puedo seguir soportando tu indiferencia, que te amé como nadie te podría amar jamás. Pero ya es demasiado tarde para ti y para mí, este orgullo que te ciega no te hará nunca ningún bien, pero eso a mí ya no debe importarme, te dije lo que nunca quise llegar a pronunciar, así que por mí todo está bien, hemos puesto punto y final a esta situación de una vez por todas. Quería que supieras que te estoy abandonando, porque ni tan siquiera eres capaz de desviar tus ojos para darte cuenta de que ya no estoy a tu lado para susurrarte al oído que aún te sigo amando a pesar de que los años ya se que cuentan por decenas y los días por años.





NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2015 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.

domingo, 4 de enero de 2015

POEMA XVI- MERECIÓ LA PENA DE AKASHA VALENTINE.

Jacques-Louis David. Fotografía: Wikipedia.  

POEMA XVI – MERECIÓ LA PENA. AKASHA VALENTINE.

Amiga mía, mi más preciado tesoro, más valiosa que el oro, más resplandeciente que un cielo nocturno, no hay un solo día en el que no bendiga tu amistad, pues lejos quedaron los días de oscuridad, y al tiempo a quien en épocas pasadas lo vi como el más vil de mis enemigos, ahora lo acojo con benevolencia entre mis manos, y meciendo a las agujas paso las horas entreteniendo a los segundos y rogándole de vez en cuando que sea clemente y no se vuelva en mi contra, ni vuele cuando en mi memoria te rememore. Vacías quedarán las múltiples estancias de esta casa, a la que el adiós ya le ha puesto el nombre de olvido, más no quisiera importunar tus pensamientos, así que me quedaré a unos metros de tu espalda, con mi hombro apoyado sobre el umbral de la puerta, viendo tu alma brillar de manera más intensa que los rayos del Sol. Si hoy vivo gozoso de una libertad que el miedo me arrebató fue gracias a ti, por tus palabras, que con una fuerza y vibrante energía lograron disipar los oscuros cielos bajo los que yo vivía sin poder ver la luz de la verdad. No te muevas todavía, y si lo haces ladea tu cabeza de manera lenta, pues yo quisiera grabar en mi memoria cada uno de tus movimientos para idealizarte cuando ya no estés, para recordarte tal y como eras, con tus escasos defectos y tus múltiples virtudes. Tan preciada y tan querida para mí eres que hasta temo que con la torpeza de mis palabras pueda dañarte, herirte o de alguna forma romperte para siempre. Quédate tranquila, compañera, iré hasta donde tú estás para sentarme a tu lado antes de que tus labios se muevan y añoren el tacto de mis palabras siendo llevadas por el viento para tocarte con ellas y dibujar así en tus mejillas el rubor de un tono rojizo. No malgastemos ni un segundo más en perdernos en conversaciones banales, corto es el tiempo que ya nos queda, y tú, mi luz, irás a un lugar mejor, donde la felicidad, los sueños, las esperanzas que con tanto esfuerzo labraste y sembraste habrán florecido sólo para ti, y esperan ser recogidas por esas manos a las que siempre me gustaba aferrarme. No lo dudes, el cariño que te profeso es más fuerte que el que sienten dos amantes, más respetuoso que el que se tienen una esposa y su esposo, y aun tan valioso e importante como el más preciado de los tesoros de la humanidad. Vamos, date prisa, no te quedes aquí sollozando, porque mis palabras no querían traer a tus ojos estás lágrimas con las que estás empañando tus párpados, pues yo lo único que he deseado es que supieras que no importa a dónde vayas o con quién estés, siempre estaré pensando en ti, preguntándome en todo momento si estarás bien; si estás llorando o por el contrario riéndote y lo más importante para mí, si de verdad serás realmente feliz y afortunada. Aunque nunca dudaré de ello, pues alguien como tú se merece ser tan feliz que incluso el hecho de contemplar tu risa logre hacerme doler hasta el último de mis huesos. Gracias, amiga mía, por dejarme haber formado parte tu vida, me alegra haberte conocido, y doy gracias a la misma vida por haberme ofrecido la oportunidad de poder ser mejor persona gracias a ti. Donde quiera que vayas, y lo que quiera que hagas, nunca olvides que alguien como yo estará siempre velando por ti, hasta el final de los mismos tiempos. Adiós amiga, adiós.





NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2015 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

POEMA XV- FRÁGILES PALABRAS. AKASHA VALENTINE.

John William Waterhouse. Fotografía: Wikipedia.  


POEMA XV – FRÁGILES PALABRAS. AKASHA VALENTINE.

Demostraré que al silencio ya no le temo, y la soledad no logra sobrecogerme como tiempo atrás lo hacía. No diré palabra alguna, ni oirás de mi boca lo que tus oídos ansían oír, así que digámonos adiós sólo con la mirada, pues ya están de más las voces que dormidas descansan en mi garganta. No me daré la vuelta ni correré hasta tus brazos tropezando con mis propios pasos, resbalando torpemente con las huellas que hay en el barro. No fingiré ya no ver lo que otros veían, ni agacharé la cabeza en favor de tus actos; el tiempo no cura, pero cicatriza heridas que nunca llegarán a sanar, o al menos yo deseo que no lo hagan, porque sólo de esta forma recordaré lo que en días pasados fuiste para mí. Ya no duermo añorando el tacto de tus dedos debajo de mis brazos. He dejado de soñar contigo, porque el simple hecho de recordarte confunde a mi alma y hace que los latidos de mi corazón golpeen con demasiada arrogancia, al creer que pueden volver a ser tuyos y no míos otra vez.


No es que la vida me dé la espalda, es que ya no espero que me enseñe nada nuevo de ti, más cuando las máscaras han caído. ¿Qué me queda por esperar? Así que, arropado contra la pared, hundo mis dedos en mi rodillas, y descanso mis pensamientos sobre mis brazos entrecruzados, deseando que el tiempo vuele y se lleve consigo esta pena que nunca quise hacer mía. Tal vez y sólo así pueda decirte adiós de una vez por todas, aunque me gustaría que todo hubiese sido tal y como yo lo planeaba. Pues la felicidad no siempre va con quien más le conviene sino con quien ella cree conveniente. Verás pues que en ausencia de mis caricias pronto tendrás esa fría sensación que nada llena, que nadie sabe curar excepto yo, pues soy buen conocedor de esa emoción que agrieta las líneas de los ojos y deja resbalar las acuosas gotas saladas a las que por nombre llamaré lágrimas. Tal vez, si la arrogancia no hubiese sido como un segundo vestido en nuestra piel, hubiésemos sido más benevolentes y afectuosos, pero ahora que varios mares me separan de ti me pregunto si fue la decisión más acertada de mi vida alejarme de ti.





NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2014 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.

martes, 15 de abril de 2014

POEMA XIV – QUIERO SER COMO TÚ. AKASHA VALENTINE.

François Boucher. Fotografía: Wikipedia.  


POEMA XIV – QUIERO SER COMO TÚ. AKASHA VALENTINE.

A veces tengo la sensación de que en el espejo en el que miro no me veo tal y como soy yo en realidad. Así que como no puedo mirar con suficiente detalle en él, creo a pies juntillas en esa imperfecta imagen que es igual a mí, y me sorprendo cuando me veo siguiendo unas huellas que no dejé en suelo de mi casa y sin quererlo acabo corriendo detrás de ellas antes de que el viento las haga emprender el vuelo y, como Alicia detrás del conejo, yo me busco a mí misma al otro lado del espejo. Y lo que veo no es en realidad lo que creo ver, todo es confuso y extraño, como un sueño del revés, donde los atardeceres tienen colores malva y salmón, y mi cuerpo es joven pero mis cabellos son blancos como la nieve. Pero ahí estoy yo, al otro lado del lado del cristal, donde mi reflejo no me ve, donde mis advertencias pasan desapercibidas a esas manos que no se dan cuenta de que si tocan las rosas deshojadas en un profundo sueño caerán. Y así es como me he convertido en la princesa exiliada de los cuentos de hadas sin final feliz, donde vivo atosigada por mi propia existencia creyendo que mañana será un día mejor al que hoy dejo atrás.


Yo quisiera ser tocada por tu voz, oída por tus oídos, sorprendida por tus gestos que sin aliento te traen a mí. Y es que cuando te miro siento que me fascinas, porque yo quisiera parecerme a ti, vivir como tú, sentir lo que tú sientes cuando las voces de todos se unen para pronunciar tu nombre, cuando alargas la mano y desde la distancia les tocas sin llegar a posar tus dedos sobre ellos. Eres como la princesa de un cuento perfecto, cuando tú haces acto de presencia la luna brilla como si sólo a ti quisiera ver, y el príncipe encantado cabalga a lomos de su caballo para encontrarte donde quiera que estés. Quizás la forma en la que te idolatro sea un error, pero más amarga resulta la idea de vivir en el silencio creyendo que tu vida imperfecta no tiene defecto alguno. Porque tú me haces creer que si cierro los ojos mis fallos y errores desaparecerán puedo mirar con más esperanza al futuro, pero sólo me engaño a mí misma por creer de esta forma tan infantil.


Siempre pensé que si de todo corazón deseaba tu felicidad, también se convertiría en la mía, por eso a tus ojos quería ser perfecta, pero lo cierto es que nunca pude parecerme a ti ni lo más mínimo, por eso ya no quiero ver mi propia imagen reflejada en el espejo, no quiero que me recuerde mi débil deseo de ser quien nunca fui. Aunque salga herida o dañada prefiero seguir siendo yo antes que otra persona, porque si me miento en algún momento las personas que están a mi alrededor creerán que lo que les cuento es cierto y yo bien sé que no es lo mejor para ambas partes. ¿Por qué la idea de la felicidad y los sueños van tan unidos de la mano y son tan difíciles de conseguir al mismo tiempo? Al final de todo, con el paso de los años y tu sombra varios pasos por delante de mí, me di cuenta de que no importa cuan duro sea el camino a recorrer, para mí es suficiente con saber que al menos intenté llevar una vida decente, y quizás sea demasiado débil en algunos aspectos por darme por vencida cuando tu mano aún seguía ahí extendida para seguir sujetándome en caso de que yo lo necesitara.





NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2014 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.