Ary
Scheffer. Fotografía: Wikipedia.
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POEMA XX – SUEÑOS FUGACES. AKASHA VALENTINE.
Despiértame
despacio, muy despacio, e ilumina mi alma con el brillo de tus ojos,
sosteniendo tu mirada contra mi mirada, mientras esperamos que las
palabras no irrumpan nuestras bocas, pues para decir algo inoportuno
prefiero que no digan nada. Y quédate junto a mí, apoyando el peso
de tu cuerpo sobre mi cuerpo, pues hay tanto que recordar que ya
empiezo a extrañar los recuerdos que por descuido de mi memoria ya
he empezado a olvidar. Ven y toma mi mano, sostén mi dedos entre tus
dedos, toquémonos a la vez que sujetamos nuestras manos como
solíamos hacerlo en el paso, pues este gesto presente lo quiero
poder seguir evocando mañana, pasado y al siguiente.
Ven
y quédate, aunque sólo sea un poco más de tiempo; estira tu brazo
para que mi mano te pueda alcanzar y regálame de nuevo una emoción
que me sea imposible de olvidar, una sensación a que nunca pueda
llegar a definir con ninguna clase se expresión, una ternura que
sólo cobre sentido si tú estás junto a mí para darle ese
significado. Más yo quisiera ahora mismo pedirte un nuevo favor, y
es que deseo poder oírte hablar, aunque ya sé que estas cansada,
pero de verdad deseo poder oírte decir lo que por aquel entonces ya
callabas, pues ahora que nadie más está para poder oírte quiero
que sepas que voy a guardar con más cariño, esfuerzo y ahínco cada
palabra que susurres en mi presencia, como el mismo aire guarda un
secreto para que nadie más lo pueda llegar a oír. Vuélvete a
acostar, aún es temprano, hoy dejemos que el tiempo espere por
nosotros lo que nosotros solemos esperar por él, así que vuelve a
apoyar tu cabeza sobre mi pecho y vuélvete a dormir, que yo estaré
aquí para vigilar tus sueños mientras sucumbo al deseo de tocarte
libremente imaginando que aún eres real y no un sueño fugaz que
tarde o temprano se desvanecerá. ¿Lo ves? Las horas ya empiezan a
correr, enemigo es mi tiempo, que tan veloz parte cuando estoy
contigo y tan lento corre cuando no te tengo. Y ahora que por fin he
logrado alcanzarte los segundos parten y los minutos desaparecen, las
nubes se mueven y los colores claros ya se ausentan; es hora de darle
paso a la noche, es el momento de volver a dormir, aunque el
cansancio no me abruma sí me apremia, e insiste en que debo irme a
dormir, y aunque yo no quiero hacerlo los párpados ya se me caen, al
igual que lo hacen las lágrimas que de pena por ti he empezado a
verter, pues ya te siento lejana, distante y apartada, pues mis
labios ya empiezan a sentir lo separados que estamos, pues la muerte
que tan de cerca ya nos toca ha insistido en que debemos despedirnos
y partir. Vida mía, dejemos por un momento de soñar, extingamos la
llama de nuestro deseo antes de que la muerte se nos lleve al llegar
el alba y nos obligue a estar separados de manera eterna.
-FIN-
Akasha
Valentine: http:// www.akashavalentine.com
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