El amante atormentado.
Si pudiera crear una bella joya para ti lo haría sin dudarlo ni un instante.
Si pudiera en ella contener el olvido iría a buscarlo
para encerrarlo en la misma joya que yo mismo he recreado.
Si pudiera encerrar mi tristeza y mis sentimientos en una caja
lo haría con mucho gusto para aliviar la pesada carga que está soportando mi corazón.
Pues la pena me llena y me embarga y nada me da consuelo o alivio.
Si pudiera perdir un poco más de tiempo lo haría para estar junto a ti,
pero lamentablemente no puedo, y sin embargo aunque pudiera sé que eso te haría mucho más daño.
Si pudieras comprender cómo me siento te darías cuenta de que soy un amante atormentado.
Pues tengo la tonta necesidad de buscarte y a la vez de dejarte.
De amarte y rechazarte, de encontrarte y de olvidarte.
Eres todo cuanto quiero en esta vida y a su vez eres todo cuanto no puedo tener.
Si pudiera cambiar el mundo para tí, lo haría con sumo gusto y placer.
Para que de esta manera las tinieblas que acechan a tu pobre corazón
no encontraran un lugar donde esconderse ni un lugar al que infectar con su dolor.
Si pudiera hablar con Dios, le pediria que te diera unas alas blancas para que pudieras volar
para que de esta forma fueras tan lejos como quisieras,
para que de esta forma la maldad jamás te encontrara o te tocara.
Pero lamentablemente no puedo hacerlo, y eso me hiere y me tortura.
Y es que sólo soy un amante atormentado,
un simple hombre cuyo amor murió hace tiempo
por una mujer a quien amó para toda la eternidad.
Akasha Valentine © 2010
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