El cielo será mi testigo
Un nuevo día se abre paso ante mis ojos aún cegados por la falta de luz que trae consigo la noche.
Y aún así soy consciente de que las nubes se están abriendo paso a través del cielo y las estrellas
para dejar paso al Dios sol, para que me ilumine con sus rayos en este día que parece ser más soleado que nunca.
Quizás la belleza de la mañana se deba en parte a que tú estas aquí a mi lado
en mi misma cama, compartiendo mis sábanas, impregnando tu dulce aroma azucarado
en cada resquicio de mi amplia habitación.
Miles de palabras de amor vienen a mi mente de forma tan clara y precisa
que no tengo por qué esforzarme en buscarlas en los rincones ocultos de mi alma.
Quiero que el cielo sea mi testigo de este gran amor que te profeso,
para que así nunca pueda fallarte en esta promesa.
Alzaré tu sonrisa hacia las estrellas, para que así nunca puedas dejar de sonreír
sin tener una escalera con la que subir al cielo para hacer diversas muecas con tu boca
y cambies la forma en la que me sonríes cada mañana cuando te levantas de la cama.
Tu rostro es la promesa de que cada día que paso a tu lado quiero ser mejor persona por ti
sin importar la cantidad de años que ese tremendo esfuerzo me lleve.
Puede que el dinero no sea valioso en nuestra relación,
pero cada moneda que gaste en tu persona contribuirá a un momento de paz y serenidad
pues nada necesitarás jamás mientras sea yo quién sostenga los pilares de tu vida.
Guardaré cada abrazo que me otorgues como el más preciado de los tesoros,
cada beso que me concedas, mi amor, será un monumento histórico
y cada recuerdo que tenga contigo será considerado patrimonio de la humanidad.
El cielo será mi testigo de que estas palabras son sinceras
así que no temas más por que nuestro amor flaquee
porque mientras tenga fuerzas y un corazón por el que latir
mi amor por ti jamás morirá.
Akasha Valentine © 2010
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