Mi alma es sólo para ti.
Si esta noche muriera, le pediría a Dios que me concediera una última voluntad
y el tiempo que me fuera otorgado sería para poder verme en el espesor de tus ojos.
Para que de esta forma mi alma pudiera yacer en el interior de tu iris
y de esta forma quedarme contigo para siempre sin miedo a ser olvidado.
Si esta noche tuviera que partir a un lugar desconocido
no me detendría a recoger las pertenencias más caras o más lujosas,
simplemente me acercaría hasta tus labios y te pediría un beso de amor,
pues con este pacto de cariño tendría suficiente equipaje para toda la eternidad.
Puede que esta noche yazca en tierra de nadie, donde mis huesos se volverán polvo
y mi carne se pudrirá hasta saciar a los gusanos y otro seres sin igual.
Pero marcho tranquilo, pues tú estas conmigo, aquí y ahora no tengo nada que temer.
Quiero que sepas que en cada momento tú has estado ahí presente como una luz resplandeciente,
una vela incandescente, un rayo de esperanza en un mundo de tinieblas.
Puede que esta noche la oscuridad traiga consigo sus propios demonios, pero yo estoy tranquilo.
Nada temo y de nada me escondo, tan sólo quiero ser consecuente con mis actos.
Y es que aunque tú no me digas nada, sabré que me estás mitiendo con cada gesto que realices.
No tengas miedo a mostrarte tal y como eres, creo que ya nada puede pertubar la paz que me rodea.
Necesito saber que estas letras no caerán en el olvido, y mucho menos en un rincón del ayer.
Si esta noche tengo que partir a un lugar desconocido,
sólo quiero que sepas que mi alma es sólo para ti,
para que la devores como desees y la disfrutes tanto como quieras.
Buenas noches demonio mío, que la paz de los muertos sea el canto que necesitas para domir.
Akasha Valentine © 2010
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