sábado, 3 de noviembre de 2012

POEMA III- NECESITO ABRAZARTE. AKASHA VALENTINE.

Henri de Toulouse-Lautrec. Fotografía: Wikipedia. 

POEMA III – NECESITO ABRAZARTE. AKASHA VALENTINE.


Cariño, he hecho un pacto con el tiempo, una promesa con el futuro, así que ya no tienes que preocuparte por nada más, pues lo único que deseo en estos momentos es que me sigas rodeando con esos pequeños brazos mientras tu cuerpo descansa sobre mi espalda y cruzamos a nado esos infinitos océanos ilusorios desde la orilla de la playa, donde tu mentón descansa sobre mis hombros y tus suaves cabellos rozan mi piel provocándome un sin fin de emociones paralizantes que logran tambalear todos mis principios morales.

Insistes en descender de la espalda sobre la que te sostengo, pero mis brazos reniegan. Temen que si te dejan bajar tú ya no quieras volver a saber nada más de ellos, así que sin palabras te retengo entre ellos un poco más de tiempo, mientras tu boca se posa sobre mi cuello y me regala sin previo aviso un millón de besos que logran estremecerme de placer, mientras lloro de felicidad en el interior de mi pecho, pues nadie más que tú ha hecho esto por mí antes. Me siento constantemente abrumado por una palabra llamada felicidad, por una emoción que insiste en complacerme durante las horas que permanezco consciente a tu lado, aliviando esas heridas que nadie más que tú supo curar cuando la desesperación era más fuerte que la ambición por escapar de ellas.

Tú, que nunca pides nada a cambio, tú, la que siempre permanece a mi lado y me ayuda a ser mejor persona, tú, cuyo nombre propio llevó bordado con hilos de oro en mi corazón, te has convertido sin saberlo en el eje principal de mi inestable mundo. Quisiera mantener una distancia de seguridad que me aliviara en los momentos en los que la soledad me viene a visitar, pero realmente me siento cohibido cuando se presenta ante mí e insiste en quedarse hasta que tú decidas volver. Temo ese día, esa inesperada fecha en el calendario en la que uno de los dos decida dejar al otro sin previo aviso, sin una carta o una palabra que le ayude a encontrarse de nuevo en otro camino nuevo aún sin recorrer.

Me pregunto infinitas veces qué haría yo sin ti. Y aunque no tengo una respuesta clara con la que poder responderte puedo asegurarte, aquí y ahora, que posiblemente mi vida sería una constante tortura, un sin fin de días, meses y años vacíos en los que nada tendría significado o razón alguna.
Quédate entre mis brazos un poco más de tiempo, hasta que el día se haga noche, hasta que los océanos se sequen por completo y la hermosa flora que decora este alocado mundo en el que vivimos se seque por completo. Sólo entonces te dejaré bajar lentamente, para que puedas verme en mi totalidad, para que nada más te distraiga y quieras quedarte a mi lado para toda la eternidad. Tal vez pienses que con esta propuesta que te hago doy pena, pero así soy yo, un alma que necesita una constante atención por parte de tu persona. ¡Dios, mío! Qué dulce es el amor cuando encuentras a la persona a la que estás destinado a amar, por eso te ruego que sigas aferrándote a mi cuerpo con fuerza, pues es la única forma que tengo de saber que tú seguirás siendo la pieza que necesito encajar en mi vida para que está sea perfecta


-FIN-


Akasha Valentine: http:// www.akashavalentine.com


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