domingo, 26 de diciembre de 2010

EL BAILE DE LAS ROSAS EN FLOR. POEMA LXXV. AKASHA VALENTINE





El baile de las rosas en flor. 

Nada me hace temer cuando cierro los ojos una vez más para dar paso a mi imaginación.
Un nuevo mundo se abre paso a través de mis ojos cuando mis cabellos son mecidos por el agua
que corre bajo mi cuerpo y mi rostro es mecido por el aire que trae consigo el viento.



Deslizo mis manos a través de mi cuerpo con la esperanza de que en este sueño
las sensaciones sean tan reales que me quiten el aliento.



Mis ojos aún cansados y fatigados se niegan a abrirse de forma sencilla
para mostrarse a un mundo de sueños y fantasías.



Mi cuerpo esta hundido, fatigado y desgastado y aún así tengo las fuerzas y el valor suficiente
como para poder ponerme en pie y seguir mirando de frente a los sueños que se abren paso ante mí.



Un cielo estrellado subyace bajo mis pies sólo para mí.
La belleza de las estrellas me deja sin aliento en el mismo momento en que se posan sobre mis hombros para susurrarme palabras de amor al oído.



No importa donde mire o el lugar en que mis ojos quieran tomar descanso
todo cuanto me rodea es un cielo estrellado, brillante e inmaculado.



Tu lejana figura se alza ante mí como la más hermosa de todas las rosas en flor.
Tu belleza es tal que me invade una sensación de temor y a su misma vez de fascinación.



Las palabras quedan enmudecidas por el silencio,
pues derepente soy consciente de que no tengo nada que decir.



Puedo perderme en el color de tus ojos y a la vez encontrar una salida en el borde de tu corazón
pero en lugar de salir de él, lo que hago es encerrarme dentro para ser más fuerte y amada.



Una suave melodía se abre paso a través de nuestros cuerpos, de nuestros sentidos.
Nace en mí un deseo irrefrenable de sostenerte entre mis brazos para así poder sentir tu cuerpo
yacer junto al mío en esta noche de sueños, bajo este cielo estrellado.



Quiero perderme en borde de tus carnosos labios color carmesí
y ser mecida por tus manos de la misma textura que forma la seda.



Quiero unir mis manos a las tuyas de forma eterna y perpetua
para que así nunca más tenga que volver a sentir el gélido viento pasar entre mis dedos.



Mi amor, este es el baile de las rosas en flor.
Un canto al amor, una danza destinada a dos personas que se aman.



Así que permíteme que me pierda entre tu cuerpo, me ahogue entre tus ojos y me salven tus besos.
En este mundo de sueños, dejemos que el tiempo sea una medida sin importancia.



Brillemos por y para las estrellas.
Bailemos para que así nuestro amor sea más grande
que el manto estrellado que nos cubre en estos momentos.



Mi amor, este es el baile de las rosas en flor.


Akasha Valentine © 2010

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