Mi obsesión.
Quiero perderme en el iris de tus ojos, en la expresión de tu rostro.
Quiero saborear tus labios, probar la fruta prohibida que escondes en el interior de tu boca.
Quiero que cada momento que estés a mi lado lo grabes a fuego en tu pecho,
porque cariño, eres mi obsesión y mi amor, mi necesidad y mi pecado.
Quiero que la oscuridad que envuelve la noche sea testigo de que mi amor por ti es eterno.
Quiero que la rosa que con tanto cuidado he cortado de mi jardin sea tu flor favorita.
Quiero que hasta el momento más insginificante sea importante para ti.
Porque cariño, eres todo cuanto necesito en esta vida, y sin ti este mundo no tendría sentido.
Quiero que la lluvia que cae sobre mis hombros
arrastre consigo el dolor que siento cuando tú no estás lo suficiéntemente cerca
como para que yo pueda sentirte sin tener que buscarte con la mano.
Quiero que el viento mezca estos sentimientos y se lleve consigo aquellos que no quiero.
Quiero que tus ojos sean el capricho de mi mente, el anhelo de mi corazón, la tortura de mi cuerpo.
Porque cariño, tú eres la esencia misma de la vida, eres la razón de mi existencia.
Quiero que tus brazos, fuertes y firmes, siempre esten ahí cuando más los necesite
y aunque creas que no es el momento, o que no los necesito, un simple roce me hará darme cuenta
de que no quiero tenerte lo suficiéntemente lejos para no poder tocarnos de forma descuidada.
Quiero que la luna vuelva a despuntar una noche más en el cielo,
para que de esta forma tu puedas volver de nuevo a mi lecho sin miedo.
Quiero que tus manos vuelvan a tocar las mías como tiempo atrás solias hacerlo,
pues no deseo otra cosa que ser tu propio capricho.
Akasha Valentine © 2010
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