Sacrificio.
La luz del día se ha arrojado sin previo aviso sobre mis ojos cegándome de forma temporal.
Y sin darme cuenta he alzado mis manos contra mi rostro para tapar el dolor que me ha provocado.
He permitido a mis recuerdos que volvieran a traerte de vuelta a mi corazón
para sentirme menos cansado y atormentado por haberte alejado de mi lado de una forma tan cruel.
Una de mis manos ha caído de forma descuidada contra el suelo mecida por el viento.
Y me he dado cuenta de que soy incapaz de hacerla levantar si tú no estás a mi lado
para alimentarme con tu fuerza y tu cariño.
Sé que el sacrificio de estar a mi lado para toda la eternidad es demasiado duro para ti,
pero créeme si te digo que sé muy bien de lo que hablo,
pues soy consciente de que la vida del uno sin el otro no tiene ninguna clase de sentido.
Quiero encontrarme cada día asomado en el vórtice de tus ojos,
para que de esta manera sólo me mires a mí y a nadie más.
¡Qué egoista es el amor, y cómo duele el hecho de no serlo!
Deseo tanto enredarme entre tus manos y atrapar tu cuerpo, que sin darme cuenta
acabo pidiéndote un gran sacrificio cuando te pido que en cada momento vengas a mi lado.
Y es que no sé cómo decirte cuán importante eres para mí, así que dejémoslo así.
Si tú me amas de verdad, estarás dispuesta a sacrificarte una vez más por mí.
Akasha Valentine © 2010
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